Estimado Amigo (a),
El Papa Benedicto XVI a presentado al mundo su primera encíclica llamada “Dios es Amor” debido a que el Papa distorsiona ambos, la misma naturaleza de Dios y el significado de la relación de una persona con Dios, es de mucha importancia tomarla en cuenta y analizarla.
En estos días en que se respira un clima de falso ecumenismo, con el Papa y su Iglesia Romana, es para nosotros de suma importancia “contender por la fe.” Lo que esta en riesgo es mantener la naturaleza bíblica de Dios y la justicia del Señor Jesucristo en los evangelios. El articulo esta a continuación.
Confiando en el Señor Jesucristo“ la fe que fue entregada de una vez por todas a los santos”,
Richard Bennett
El 25 de diciembre del 2005, Benedicto XVI (Karl Ratzinger) presento la primera encíclica de su pontificado. La encíclica titulada “Dios es Amor”, trata de la naturaleza de Dios y del significado de la relación de una persona con Dios. Esta ha sido distribuida ampliamente a través del mundo y también se encuentra en el sitio de Internet del Vaticano.1 La encíclica nos revela que la política de Ratzinger esta firmemente anclada en la doctrina Católica Romana, como es de esperar de un hombre que estuvo por mucho tiempo en la dirección de la Congregación para Doctrina de la Fe.2 La encíclica esta revestida de una terminología suave y acondicionada de tal manera que no desecha ninguno de los frutos del falso ecumenismo que el Papa anterior había acumulado. La encíclica se divide en dos partes, la doctrinal y la practica. Nos enfocaremos solamente de la parte doctrinal en este corto ensayo.
En su primera sección, Ratzinger dice, “Hemos alcanzado creer en el amor de Dios: con esas palabras el Cristiano puede expresar la decisión fundamental de su vida. Ser cristiano no es el resultado de una decisión ética o de una idea arrogante, sino el encuentro con un evento, con una persona…”3 Al iniciar con la declaración, “Dios es amor”, Ratzinger intenta dejar de lado el asunto esencial, el de un individuo convictado de pecado por el Espíritu Santo con el de fin de reconocer su necesidad de un Salvador. La convicción de pecado no se menciona en ninguna parte de esta encíclica. Nadie llega a ser cristiano por simplemente creer en el amor de Dios. Si no mas bien, una persona es salvada solo por la Gracia de Dios, solo a través de la fe en Cristo solamente, y a Dios solo sea la gloria.4
No hay que “llegar a conocer y creer en el amor que Dios tiene para nosotros” sin los necesarios prerrequisitos que Ratzinger ha dejado de lado. Al contrario, las declaraciones de Ratzinger da al lector la seguridad del amor de Dios sin prestar atención a su naturaleza pecaminosa y sus pecados. Sin embargo, de acuerdo a la Escritura, nosotros no podemos conocer el amor de Dios, sin primero habernos apartado de la ira de Dios –a causa de nuestro pecado- cuando nos arrepentimos y ponemos nuestra fe en Cristo Jesús solamente. Dios es un ser incomparable y perfecto en santidad como la escritura proclama, “¿Quien como tú o Dios entre los dioses? ¿Quién como tú, glorioso en santidad, temible en alabanzas, haciendo maravillas?” 5 Sin una apreciación de esta absoluta Y perfecta santidad de Dios, no hay el conocimiento Salvador del amor de Dios. En el evangelio la Santidad de Dios se expresa así, „Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados libremente por su gracia a través de la redención que es en Cristo Jesús… para qué Dios sea el justo y el justificador de aquel que cree en Jesús.”6 La mentira de Ratzinger es condenación del alma.
Divide y conquista
En la sección dos, Ratzinger emplea la vieja táctica de divide y conquista, al hacer una distinción. Estableciendo que hay un problema de lenguaje, él pregunto retóricamente „necesitamos preguntar: ¿son todas estas formas de amor básicamente una, que el amor en sus muchas y variadas manifestaciones es finalmente una simple realidad, o estamos usando la misma palabra para designar realidades totalmente diferentes?” Luego de situaciones y alusiones fuera de contexto de filósofos paganos Ratzinger argumenta que el amor de Dios es Eros y ágape, razonamiento por el cual él confirma que el amor de Dios es Eros y ágape.7 Sin embargo, la escritura niega tal “filosofada”, al usar consistentemente el grupo de la palabra ágape para definir y describir el carácter del amor de Dios hacia su pueblo.
En la sección nueve, „la novedad de la fe bíblica” de la conclusión de Ratzinger es que „Dios ama al hombre” y que „su amor, por tanto, es un amor electivo: Entre todas las naciones El escoge a Israel y la ama – pero, El hace precisamente esto con el fin de sanar a toda la raza humana.” Hay un buen número de errores con este razonamiento. Primero, esta basada en la noción católica de que el hombre está herido por el pecado,7 esto es una crasa contradicción de Efesios 2:1, que si una persona no esta “en Cristo”, él está “muerto en sus pecados y delitos”. Segundo, la noción de que Dios va a salvar a toda la raza humana no se encuentra en la Biblia. En lugar de eso, Dios está llamando a un pueblo para sí mismo; aquellos quienes fueron escogidos „en Él antes de la fundación del mundo”8 los hace sus hijos e hijas, aquellos que engendro “con la palabra de verdad,”9 aquellos „que fueron nacidos, no de sangre, no de la voluntad de la carne, no de la voluntad del hombre, sino de Dios.”11 Ahora, Ratzinger ha añadido a su evangelio una mayor deshonestidad.
Un Dios que es contra el mismo
En la sección 10 de la encíclica, Ratzinger dice, “ el amor apasionado de Dios por su pueblo — por la humanidad — es a la misma vez un amor que perdona y es tan grande que enfrenta a Dios contra el mismo, es decir, su amor contra su justicia.” El pueblo de Dios y la humanidad no es la misma cosa, como dijimos líneas arriba; ni el tipo de dios de Ratzinger, quien tiene un amor apasionado (Eros mas ágape) por la humanidad, no es el Dios de la Biblia. „Dios contra el mismo, su amor contra su justicia” no es la esencia del carácter de Dios. Sino mas bien, en la Biblia el amor Salvador de Dios está siempre de acuerdo con su justicia. Debemos aceptar el amor de Dios como él lo ha definido. En la escritura el amor de Dios es visto en el cumplimiento de su ley y en la manifestación de su justicia, como en romanos 3:26 claramente dice „Para declarar, lo digo esta vez, su justicia: para qué Él sea el justo, y el justificador de aquel que cree en Jesús.” Dios retiene la integridad de Su carácter como un soberano moral en que él mostró la atención debida a Su ley y a la penalidad de la misma en su plan de salvación.
En la sección 12 Ratzinger continua,
„Su muerte –de Cristo- en la cruz es la culminación de ese encuentro de Dios contra el mismo, en la cual él se da asimismo a fin de levantar al hombre y salvarlo. Esto es amor en su forma más radical. Al contemplar la herida en el costado de Cristo (Cf. 19:37) nosotros podemos entender el inicio de esta encíclica: “Dios es amor” 1 Jn 4:8.”
Lo que Ratzinger falla en establecer es el mensaje esencial en la carta del apóstol Juan, “Este es mensaje que hemos oído de Él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él.”10 La excelencia de la naturaleza divina en toda su perfección es representada por la luz. Toda la absoluta plenitud de la Santidad, Justicia, y Verdad existen en Dios. En El no hay ningunas tinieblas. El concepto de Ratzinger acerca de “Dios enfrentándose contra el mismo” es totalmente tinieblas. Dios nunca se enfrenta contra el mismo.11 Su propósito no es “levantar al hombre” sino, presentar una perfecta demostración de Su justicia.
El concepto de pecado en toda la encíclica esta totalmente olvidado. La humanidad nunca es mostrada “muertos en delitos y pecados”14 El concepto de Dios cumpliendo Sus propios y justos requerimientos de salvar espiritualmente personas muertas han desaparecido. En efecto, El propósito de Dios era que los creyentes fuesen hechos justicia de Dios en Cristo Jesús. Como el Señor quien en sí mismo no conoció pecado, fue hecho pecado por nosotros; para que nosotros, quienes no teníamos justicia en nosotros mismos, fuésemos hechos justicia de Dios en El. El apóstol Pablo resume. “Al que no conoció pecado por nosotros lo hizo pecado; para que fuésemos hechos justicia de Dios en El.”12
Atentando dejar de lado al Señor Jesucristo
El dios de Ratzinger con su apasionado amor por la humanidad es un insulto al verdadero amor de Dios porque atenta con redefinir la misma naturaleza de Dios. El verdadero amor de Dios mantiene perfectamente Su verdad, Sus mandamientos, Su palabra, y Su justicia. El amor salvifico de Dios no es para la humanidad entera, sino que siempre es aplicado a aquellos quienes están considerados en la justicia de Jesucristo. El evangelio es la demostración del hecho histórico concreto de la perfecta satisfacción que Cristo hizo al cumplir con todas las demandas de la ley, y que Dios imputa a todo verdadero creyente. Ante la Santa naturaleza de Dios, el pecado ha sido castigado y la verdadera justicia establecida. Esto ha sido cumplido in la fiel obediencia del Señor Jesucristo y Su sacrificio propiciatorio. La fidelidad de Cristo es proclamada por el apóstol Pablo, “la justicia de Dios por medio de Jesucristo, para todos los que creen en Él… siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.”13 Lo que se ha dicho, en pocas palabras es la demostración de la fidelidad de Jesucristo, hasta la muerte. Esta rectitud perfecta es de Dios. La gran noticia es que esta justicia absoluta es “para todos los que creen en Él.”
Ratzinger propone Misticismo Sacramental
Habiendo definido el amor de Dios, como Dios enfrentándose asimismo en la muerte de Jesucristo en la cruz, Ratzinger inicia la Sección 13 diciendo, “Jesús dió a este acto de sacrifico una presencia permanente a través de la institución de la Eucaristía en la Ultima Cena. Él anticipó su muerte y resurrección al darles a sus discípulos, en el pan y el vino, su mismo ser, su cuerpo y sangre como el nuevo mana (Cf. Jn 6:31-33)”. Luego Ratzinger agrega, “La Eucaristía nos introduce al auto-sacrificio de Jesús. Mas que recibir estáticamente al “Logos” encarnado, nosotros entramos dentro de la misma dinámica de su auto-entrega.” La sección termina con las palabras, “El `misticismo` sacramental, fundado en la condescendencia de Dios hacia nosotros, opera a un nivel radicalmente diferente y nos eleva a niveles tan altos, que ninguna elevación mística humana pueda haber llegado.”
“Misticismo Sacramental” es un concepto totalmente aborrecible al Santo Dios y a la verdad de Su palabra escrita. En el evangelio de Juan capitulo seis, que el Papa cita, el Señor explica que Él iba a dar Su cuerpo para la vida del mundo. “Y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.”14 Jesucristo se presenta asimismo no solo como aquel que había venido a morir. El Dar su cuerpo significa que él se daría asimismo como sacrificio, para voluntariamente dar su vida. En estas palabras, tenemos el corazón del evangelio. Su cuerpo lo dio voluntariamente “por la vida del mundo.” “Jesús les dijo: De cierto, De cierto os digo: sino coméis la carne del hijo del hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.”15 Esto nos habla del requisito esencial de la fe en el Señor Jesucristo. Esto es tan serio que si alguien no confía en el sacrificio del Señor Jesucristo en la cruz, no tendrá vida eterna. Comer el cuerpo y beber la sangre del hijo del hombre significa confiar en el Señor y su sacrificio. Cristo Jesús cumplió todos los beneficios de la redención; perdón de pecados, aceptación con Dios, la adopción como hijos de Dios, acceso al trono de la gracia, y vida eterna. Recibir esto por la fe es lo que quiere decir comer su cuerpo y beber su sangre. Comer su cuerpo y beber su sangre esta identificado totalmente con él por la fe —Porque su muerte sacrificial debe ser apropiada por la fe si los hombres van a ser salvados. “Comer” es equivalente a “creer” y lo confirma el tema central que El proclamó, la cual dice y resume como” El que cree en mi tiene vida eterna”16 El pan que el Señor da, no esta aparte de El, uno debe venir a El y creer en El para tener vida eterna.
El amor humano propuesto como el camino que ilumina el mundo
Ratzinger da una invitación cuando llega a la conclusión en la sección 39. y dice:
“La fe nos dice que Dios ha dado su hijo para nuestro beneficio y esto nos da la certeza de la victoria la cual es realmente verdadera: ¡Dios es amor! … La fe, que contempla el amor de Dios revelado en el corazón partido de Jesús en la cruz, da fruto al amor. El amor es La luz – y al final, la única luz – que siempre iluminara a un mundo que se opaca y nos da el coraje necesario para continuar viviendo y trabajando. El amor es posible, y nosotros somos capaces de practicarlo por qué fuimos creados a la imagen de Dios. Practica el amor y de esta manera causará que la luz de Dios entre el mundo – esta es la invitación que me gustaría extender con la presente encíclica.”
Ratzinger enfáticamente dice, “ el amor es la luz – y al final, la única luz – que siempre iluminara a un mundo que se opaca y nos da el coraje necesario para continuar viviendo y trabajando” esta declaración es herejía consumada. Bíblicamente la Santidad de Dios es la Luz. Su santidad es su característica esencial. La escritura dice, “ ¿Quien no te temerá, Oh señor, y glorificará tu nombre? Porque sólo tú eres Santo: todas las naciones vendrán y te adoraran…”17 Ratzinger denigra la santidad de Dios, ignora el Espíritu Santo mientras que impone sentimientos humanos caídos como elemento incondicional en la Divina obra de salvación.
Más aún, para Ratzinger el declarar “practicar el amor y de esta manera causará que la luz de Dios entre al mundo” es indignante delante del señor Dios. La única esperanza de una persona es descansar en el perfecto sacrificio de Cristo delante de la toda la Santa naturaleza de Dios. Para aquellos que pudiesen estar siendo seducidos por las nociones de Ratzinger, les respondemos con esta declaración de Jesucristo: “Yo Soy la luz del mundo.” El Señor directamente anuncia que él disipa la oscuridad espiritual. Él vino como la luz-reveladora de Dios que alumbra la humanidad, con el fin de que todo aquel que crea en él pudiese ser liberado de las tinieblas y de la ruina del pecado. El mandamiento del señor es explícito,” Esta es la obra de Dios que ustedes crean en aquel a quien El envío.”18
Muchos creyentes de la Biblia entendieron claramente que el oficio del Papado es del anticristo19 las declaraciones documentadas de Ratzinger en su primera encíclica lo muestran como él ultimo de una larga línea de sucesión en el cumplimiento de ese oficio. El retrato profético de un hombre de iniquidad quien corrompería el concepto bíblico de quien es Dios y deformaría el mismo Evangelio de la Gracia es una demostración de la inspiración Divina de la Biblia y de la autoridad de un todo Santo Dios.
Permiso es dado por el autor para reproducir el presente artículo, para uso personal o uso en páginas electrónicas, siempre y cuando sea reproducido en su totalidad sin cambios, tanto en su contenido, como en su contexto.
1 http://www.vatican.va/holy father/benedict xvi/encyclicals/documents/hf benxvi enc 20051225 deus-caritas-est en.html -Esta fue primero publicada en Diciembre 25, 2005-
2 Conocida en el pasado como el Oficio de la Inquisición y después como el Santo Oficio. Esta permanece en el mismo edificio en Roma, lugar que por seis horrendos siglos estuvo dedicado a la tortura y muerte en cumplimiento de los decretos papales. Aun en estos días la oficina sigue dedicada a la ejecución de los decretos del Papa.
3 La palabra “encuentro”, usada diecinueve veces en esta encíclica, es una palabra “cliché” del movimiento místico y de la Iglesia Emergente, usada con el fin de enfocar en las experiencias, en lugar de la objetividad de la salvación bíblica.
4 Solo por Gracia y Solo por fe, Efesios 2:8-9; Solo en Cristo, Romanos 3:23-26; a Dios Solo sea la gloria, Efesios 1:6.
5 Éxodos 15:11
6 Romanos 3:23-24, 26 7 Sección 7
7 “…el hombre ha sido herido por su pecado…Cuando él es llevado a meditar acerca de su verdadero “yo interior” , regresa a aquellos profundos lugares de su ser donde Dios que prueba los corazones lo espera, y donde el decide su propio destino a la vista de Dios….” Documento No. 64, “Gaudium et Spes”, 7 diciembre 1965, en Concilio Vaticano II: Los Documentos Conciliares y Post Conciliares, 1981 ed., Austin Flannery, O. P., Editor General (Northport, NY: Costello Publ. Co.) § 14 “La Naturaleza Esencial del Hombre”.
8 Efesios 1:4
9 Santiago 1:18 11 Juan 1:13
10 I Juan 1:5
11 Santiago 1:17 14 Efesios 2:1
12 II Corintios 5:21
13 Romanos 3:22, 24
14 Juan 6:51
15 Juan 6:53
16 Juan 6:47
17 Apocalipsis 15:4.
18 Juan 6:29 la seriedad de este mandamiento es tal que él dijo, “ El que cree en el Hijo tiene vida eterna: Pero el que rehúsa creer en el hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece en Él.” Juan 3:36
19 En el siglo diez, la idea de que el Papa era el Anticristo fue conocida por muchos, incluyendo prelados Católico Romanos, y públicamente comentada. Una de las mayores razones de la atroz persecución de las antiguas iglesias de Piedmont, particularmente los Vaudois, es que por sus estudios de Apocalipsis y los eventos del siglo XII en el cual ellos vivieron, específicamente mantenían al Papa como el Anticristo. Ver Peter Allix, Algunas observaciones acerca de las antiguas iglesias de Piedmont (1690, 1692), Ch. XXI en La Historia Eclesiástica de las antiguas iglesias de Piedmont y de los Albigenses Reprint (Gallatin, TN un 37066: Church History Research & Archives, 1989) pp. 217-230.